lunes, 25 de enero de 2010

El amor es equilibrio



Poesias extraidas del libro “El amor es equilibrio” del 2009







Dios

Tú, que desde siempre callas,
cegado por superiores agallas,
a la vista de miserables humanos,
no te metas en remotos pantanos.

No confundas tu azul planeta,
con una fría y blanca cometa,
mantén tus hijos en la dignidad,
todos te lo piden con autoridad.

La gente cree que alguien arriba vive,
que resuelve sus problemas si lo pide,
mira a los que están bajo tu calcaño,
da prueba de ti aunque sea en un año.

¿En los campos de batalla Dios dónde está?
¡En los pasillos de hospitales Dios no está!
Estarás cansado de ocultar tus pestañas,
si no bajas voy a pensar que me engañas.

¡En los campos de exterminios Dios no está!
¿En un avión que se estrella Dios dónde está?
Molesto de esperar entre muchos despistes,
si no hablas voy a pensar que tú no existes.

Cada vez que fornicas para no pecar,
si amas tu mujer tienes que procrear,
el amor termina ¡Oh mi omnipotente!
Piensa el hambre a matar tanta gente.

El quinto yo lo he siempre respetado,
pero hablando de mujeres es demasiado.
¿Tú qué hiciste? ¡Lo dejaste en la cruz!
¿Por qué no bajaste al hombre Jesús?

¿Por qué si le hablo estoy rezando?
¿Si él me habló estoy alucinando?
Tiene duda que exista el Cardenal,
imagina yo que no soy tan cordial.

Dios ha sido por mí rechazado,
porque de velar se ha olvidado,
si te agrada tanto hacerlo reír,
dile lo que te hace tanto sufrir.













Madre

Me habría gustado tenerte como amiga,
en la quietud o en la más grande fatiga,
despojado me sentía cuando tú no estabas,
un efusivo abrazo siempre me arrancabas.

No esperaba advertir en ti desleal malicia,
tus ideas no tenían ningún fondo de justicia,
perdí muchas miradas y amorosos abrazos,
volverme un crío para recuperar los atrasos.

Quería estar cerca de ti cuando mostrabas,
agotamiento a cada botón que tú pegabas,
desentierro el perfume, el ánimo, el rasgo,
me enfrento con el sentimiento más amargo.

Tú que ahogabas una lagrima en una sonrisa,
me habría gustado llevarte a la vejez sin prisa,
quitar de tu declive espalda el peso de los años,
pintar de otro color tus profusos cabellos blancos.

Solitario y lejos de ti la vida me invitó,
lejos de la madre es decir lejos del amor,
después se aprende a aguantar el sufrir,
muy tarde se aprende el arte del perdón.

Adicta en la edad de mi inocencia,
foránea en la edad de la experiencia,
al final del justo tiempo te alcanzaré,
donde la luz es nada o quién sabe qué.

Acaríciame madre, abrázame una sola vez,
me agradará y te lo pediré una vez más,
molido apago la luz y sueño que mañana,
será un gran día con mi madre que me ama.














Lindo cisne

Vivo los perfumes en la habitación,
que dejaba tu pasajera inhibición,
mi vieja flama un poco aquietada,
mi estrella parcialmente eclipsada.

Y llorar después de tanto daño,
demuestra que no había engaño,
lágrimas de amor, gotas de llanto,
a mis ojos lindo cisne del encanto.

Se derretían los velos al contacto,
probando la emoción del impacto,
abriste el fruto de piel de angora,
jamás amé el amor como ahora.

Las tardes calentabas con tu ansia,
como es suave el rasgo de tu forma,
tal serás, amor de todos los amores,
todavía te tengo entres mis albores.















Yo quiero

Yo quiero ser besado el cuerpo entero,
de una mujer que me sepa acotejar,
que sepa ser amante, yo compañero,
que zumbe como abeja a su colmenar.

Asar su cuerpo sensual tal alimento,
soltar por fin el dolor de mi costado,
dar todo el amor, todo lo que tengo,
para sentirme de sus mimos alagado.

Yo quiero me desvistas todo cada vez,
que lo pida con un gesto o una mirada,
para que aplaques mi insatisfecha sed,
hasta que mi alma no sea de ti saciada.

Tómame por donde quieras, coge mi pelo,
bésame tanto hasta mi boca entumecer,
quiero el agasajo tuyo para tocar el cielo,
yo quiero ser amado de una firme mujer.

Yo quiero ser amado de ti hasta agotarme,
caer exhausto, vencido, luego de una pelea,
sujétame, golpéame, pídeme un desarme,
disfruta conmigo la mejor vida de pareja.















No olvides

Si estuviera esta noche a mi lado la luna,
lloraría como un niño dejado en su cuna,
ahora es nueva cual mi amarga condena,
como tan grande es esta noche mi pena.

No creí pasara como en la arena la espuma,
pero, sin previo aviso tal vez se consuma,
no olvides nunca más mis tiernos caprichos,
ni la estela que dejamos detrás de nosotros.

Una linda fábula en las nubes escribimos,
poner el final en nuestro libro olvidamos,
si me necesitas evócame con tu devoción,
verás que te alcanzaré con mi abnegación.

Las próximas lágrimas no las dejes llegar,
el próximo gran amor no lo dejes perder,
aterriza como rayo del cielo negro teñido,
como un beso o un abrazo no hace ruido.





 
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domingo, 24 de enero de 2010

Tú, mi inspiracion



Poesias extraidas del libro “Tú, mi inspiracion” del 2008







Visiones

Cuando en la lejania,
el océano canta
y la foresta baila de vida,
suspendida en el aire brilla tu luz.

Luz que ilumina mi mundo
hecho de fantasias y sueños,
linfa para mi vida preñada
de emociones y travesuras.

Tú coges el mundo en las manos,
lo besas y nacen las estrellas de la noche,
para que mañana
vuelva luz otra vez. 














Es el amor que canta

Escucho la lluvia caer,
entre el mar y la playa,
parece cantar una triste canción
y llorar la nuestra separación.


Miraré las estrellas en el cielo,
en todas veré la cara tuya brillar
y en mis noches solitarias rogaré,
para que me indiquen el camino y abrazarte.

Adiós mi amor, adiós,
yo siempre creí en ti
y siempre te llevaré en mi corazón,
tú llévame en tus sueños y yo regresaré.
















Sólo un sitio

Tan bella y tierna aparenta la mujer mía,
cuando en los ojos la miro,
sensual y caliente la siento,
cuando a ella me acerco.

No se pueden imaginar lo que advierto,
un muchacho vuelvo
y ganas me da de gritar al mundo,
el amor que por ella tengo.

Tiemblo a la idea de perderla,
pero disfruto su presencia
y en mi corazón sólo un sitio tengo,
su sitio y de ninguna más, para siempre.

 
 
 









   
Luna

El mar color de plata y el campo iluminaba,
luz reflejaba la luna, cogida de su padre el sol.
De repente se cansó y mirando hacia abajo,
una idea loca y mentirosa, le paso por la cabeza…

…Esta noche luna no pareces la misma,
como yo estas oculta y sin carisma,
metida en las nubes y llorar pareces,
el amor que ya no me compadece.

Cuando estaba enamorado te veía luciente,
sin arrugas y con una sonrisa radiante,
esta noche me miras sin convencimiento,
aunque siempre tuyo es mi pensamiento.

Esta noche es joven y tú también y linda,
ya no me espera nadie y tú te das cuenta,
tu tono de tristeza me tiene agonizante,
espero sea el momento, no una regla constante.

Mañana ponte alegre, recupera el sentido,
yo espero en ti, para no sentirme perdido,
repetirás el milagro del cielo pintar,
yo esclavo de tu forma de mirar.








  






Amor nunca encontrado

Ella es una romántica señora,
bien vestida y con aire de viejos tiempos,
puesta a hacer la madre
y dejado de soñar el amor demasiado pronto.

En su cara lleva la tristeza,
de un amor nunca encontrado,
su sonrisa no puede ocultar la amargura,
por la suerte que con ella fue muy dura.

La primera vez que la vi fue en un parque,
en un día de media luz de otoño,
con las hojas en tierra y los árboles desnudos,
todo color de ocre cerca de una seca y vieja fuente.

Su hija vestida de pasado como ella,
reflejaba una serena existencia,
porque su madre el dolor escondía,
por el cariño que en su niña tenía.




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